DÍA 4 | VALENTÍA
REFERENCIAS BÍBLICAS:
1 Reyes 18:1
Jeremías 15:20
¿Alguna vez has estado bajo amenaza? El estado de amenaza en muchas circunstancias cotidianas pueden desembocar en el miedo. Vemos en la palabra de Dios muchos ejemplares que tuvieron miedo. Elías se sintió solo y desanimado después de huir a las amenazas de Jezabel, pero esto no es lo más relevante dado que la amenaza de muerte tenía el peso suficiente para validar el miedo. Sin embargo, Elías venía de enfrentarse a 450 profetas de Baal; Dios le había mostrado su respaldo dándole una victoria significativa y contundente, lo que nos lleva a reflexionar acerca de cómo enfrentar los miedos que seguramente tocan a nuestra puerta.
¿Que miedos estan tocando a tu puerta hoy?
¿Cuál ha sido nuestra respuesta o reacción ante las amenazas?
Como un hebreo en cautividad, Daniel vivía en medio de una cultura pagana rodeado de amenazas constantes, pero esta resistencia cobraba vida en cuanto Daniel mostraba un estilo de vida que agradaba a Dios incluso sin tener la validación popular. La vida cotidiana a veces nos lanza insultos, situaciones tentadoras, ideales e incluso modas que pueden ir en contra vía con lo que creemos. Daniel llevó una vida inconmovible y llena de actos de valentía, la cual no había nacido de la nada; esta cualidad fue procesada y trabajada en lo secreto, implantada incluso por otros exiliados de Babilonia que guardaban su fe.
La valentía no es una cualidad que se autoprocama, es el resultado de procesos y la suma de pequeñas batallas libradas; por eso la palabra nos anima a no creernos fuertes y no confiar en nuestra propia capacidad. Dios está a disposición de darnos esa valentía que proviene de Él para enfrentar gigantes, incluso para enfrentar la contracultura de nuestros tiempos. La voluntad del Señor es que lleguemos a un nivel donde la cultura no ejerza presión, sino que nosotros seamos la presión que transforma nuestro entorno. Estamos llamados a ser resistencia y no vivir bajo los lineamientos que el mundo nos ofrece.
Hoy nuestra amenaza puede ser una situación matrimonial, económica, de salud, tentaciones, entre muchas otras, pero lo más importante es recordar que el Señor nos prometió pelear por nosotros; Él nos prometió la victoria si aprendemos a confiar en su voluntad.
Te invitamos a que hoy puedas meditar e identificar las posibles amenazas que estén tocando la puerta y orar al Señor de una forma honesta y confiada, sabiendo que Él tiene cuidado de nosotros. ¡Creemos que el Señor hoy nos da una nueva victoria!